CONVERSANDO EN DEBATE
RICARDO GARCÍA TREVIÑO
Hola, te saludo con el gusto de siempre. Vamos hombres y mujeres de la boca amarga, de la hiel entre sus labios, de palabras maldiciente y un rostro encendido, ya están satisfechos con la sangre derramada y las voces de odio, QUE RENUNCIE PEÑA NIETO; QUE RENUNCIE PEÑA NIETO, QUE RENUNCIE PEÑA NIETO, y hay.-en oración.- que pedírselo a Dios, como si Dios escuchara, sin razones llenos de odio.
Claro que estamos en desacuerdo con la represión política-militar, no hay quien argumente a su favor, mucho menos quienes vivimos la represión de los sesenta, cuando amigos y compañeros dejaron sus vidas en busca de ideales, que hoy por hoy están perdidos, ya que la mezcla, en corrientes sociales; económicas y políticas que vivimos, traen aparejadas, EGOISMOS; MATERLIASMO Y MUERTE. Una olla en hervidero, llena de odio. Odios, atrapados en corruptelas y complicidades. Cómplices y más cómplices.
LUZ Y FLAMA, se aparta de esa línea, no la comparte, la clase dirigente está perdida, quieren llevar agua a su molino, aunque vaya rociada con sangre; sangre no de mártires, muy lejos de ser mártires, sin desconocer que las aguas ya llegaron a los aparejos.