LUZ Y FLAMA.
RICARDO GARCÍA TREVIÑO.
Hola, te saludo con el gusto de siempre, era el mes de septiembre de mil novecientos cincuenta siete. -siglo pasado. -el estadio Tecnológico, la llamada tribuna de sol, estaba prácticamente a reventar, en el emparrillado se enfrentaban los Tigre de la Universidad. -ahora autentico Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. -y los Borregos, hoy Borregos Salvajes del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.
El ambiente estaba caldeado, en la tribuna la porra universitaria coreaba en parafraseo la cucaracha… “el que juega contra los tigres, se le lleva la… cucaracha”. No se recuerda el uso palabra gruesa y altisonante.
En aquel entonces se hablaba de un enfrentamiento de las porras. -Tigres-Borrego. -en lo que hoy se le conoce como barrio antiguo. Mano a mano; golpe a golpe, en las calles de Mina y Padre Mier. Los Borregos con su prestancia; sin caer en la arrogancia, por su parte los Tigres, con su orgullo y honor de clase social y pensante. Respeto mutuo, hasta en la pelea callejera, cual no pasó a mayores.
El Monterrey de los cincuenta, fábrica de mujeres y hombres ilustres, distinguidos, prósperos y visionarios.
En campo de juego los dos equipos se entregaban a sus colores y la pizarra favorecía a los tigres, ya que en su equipo ofensivo figuraba un Core back, excepcional y de carácter fuerte, hábil y con velocidad impresa, dribladora y una visión de campo como pocos, en pases y corridas, desbarataba la defensiva de los borregos, que nunca se rendía, cual cada yarda que ganaba OSCAR DÍAZ TREVIÑO, le costaba cara a su línea ofensiva sostenerla, aquello enloquecía a las tribunas, en un ambiente de fiesta deportiva inolvidable e imborrable, dónde ÓSCAR DÍAZ TREVIÑO, era en aquel entonces el héroe deportivo universitario, al lado de otros grandes jugadores atletas como Fausto Ibarra; Rafael Lemus, Rodolfo Olaiz, Antonio Gonzalez , Enrique Ibarra, Mario Cursio, y Sergio el “perro” Moncada, quien pagó el precio del triunfo universitario, en una jugada de trampa que le pusieron y le quebraron una pierna, donde el estadio con su silencio y aplauso; cuando salió en camilla lo honro y lo llevó a la inmortalidad de la vida, ya que esos “match”, Dios los recoge en su bóveda y los guarda en sus recuerdos inmortales, donde el “perro” los disfruta desde el más allá, sentado en una estrella, viendo a sus compañeros de juego, que aun parlotean en la tierra las jugadas y lances de uno de los mejores Quarterbacks, que han tenido los auténticos Tigres la Universidad Autónoma de Nuevo León, como lo es OSCAR DÍAZ TREVIÑO, candidato natural al Salón de la Fama Nacional; SAFANAL.
PD, Ricardo el “cuate” García, tenía doce años y presenció el histórico juego, que aún se recuerda como si fuese ayer el escenario.
RECUERDATE QUE LA DEMOCRACIA ES EL PACIFICO DESPERTAR DEL PENSAMIENTO E INTELIGENCIA CIUDADANA, EN VOZ DEL PUEBLO.
¡VIVA MÉXICO!
