Archivos de abril 4th, 2020 | Página de los Archivos del Día

El “Presidente” Calderón y el Coronavirus

sábado, abril 4th, 2020

El “Presidente” Calderón y el Coronavirus

Por René González

Analista Invitado a Luz y Flama

 

«La historia ocurre dos veces:
La primera vez como una gran tragedia y
la segunda como una miserable farsa»

Han transcurrido 10 años ya desde la pandemia del COVID- 19 ó Coronavirus que sacudió al mundo. En México sus secuelas en el tejido social, la gobernabilidad y la economía siguen siendo devastadoras. La página más negra del Siglo XXI se escribió quizá aquellos días, dónde se consolidó el Narco Estado de terror, impunidad y violencia, caracterizado por la profundización de las brechas de desigualdad socioeconómica.

Una compacta minoría conocida como La Mafia formada por la pareja presidencial, la elite política gobernante autodenominada “independiente”, un sector de empresarios -sobre todo extranjeros-, un secretariado conformado por políticos coludidos abiertamente con el crimen organizado, y los dueños de la mayor parte de los medios masivos de comunicación, aprovecharon la pandemia, para terminar de enriquecerse a manos llenas, realizar una “limpia social” a nombre de la estricta prevención de la salud, y llevar a las clases medias y populares a elegir entre dos opciones: pobreza extrema o represión.

En diciembre de 2019 entre corrillos era memorable (las revistas de sociales solo publicaron las fotos de los rostros alegres y lujosos atuendos de los invitados) una dionisiaca francachela en Los Pinos -que era un bunker inescrutable con vallas, miles de elementos de la Policía Federal y el Estado Mayor Presidencial resguardando a un radio de un kilómetro-, festivamente bautizada por el Ministro de Cultura, Don Enrique Krauze como “la Residencia Imperial”; donde en su penúltima aparición pública de aquella época, ante algunos dueños de medios, proveedores del gobierno, y locutores que cenaban medallones de solomillo de cerdo, peras caramelizadas y alioli de peras, con vino tinto y Ron -casi servido en abundantes jarras-, el Vicepresidente y Comandante Supremo Lic. Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa hacia bromas y chistes, parafraseando el “haiga sido como haiga sido” entre eructos, mientras todos celebraban la chicana del INE y el TRIFE que lo había llevado nuevamente -y de facto-, a la Presidencia de la República.

2018 remitía a una increíble película tragicómica, muy surrealista a la distancia. Contra todo pronóstico, el candidato del pueblo había “perdido” mediante un descomunal fraude la elección presidencial contra la señora Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, que se presentó en la contenida como “candidata ciudadana e independiente” con cuantiosos recursos económicos de dudoso origen, para llegar por las malas al cargo y luego heredarlo -en coordenadas de la realpolitik-, a su esposo, a quien nombró: “Vicepresidente y Comandante Supremo de México.”

El descontento por el fraude 2018 en el país no cesaba, por eso en diciembre de 2019, Calderón festejaba en Los Pinos no solo la víspera de Navidad, sino las noticias que le llegaban de China: una nueva pandemia de un virus desconocido podría asolar al mundo. En un hecho difundido en los pocos medios alternativos que sobrevivían en redes sociales a la censura infundida por el régimen autoritario, se contaba que fue tal la euforia de la llegada de “una pandemia como sentido de oportunidad para legitimar al gobierno espurio ante sus patrocinadores y cargar los costos de la enfermedad a quienes no se alineen”, que en pleno año nuevo la poderosa pareja organizó una selecta fiesta en el lujoso y faraónico Avión Presidencial, recibiendo en los cielos el 2020.

Desde ahí Calderón, dio instrucciones precisas al Secretario de Gobernación,Genaro García Luna, de la forma en que se actuaría frente a la crisis: “para matar varios pájaros de un tiro”. En tanto llegaba el virus a México, lo primero que se dictó desde la aeronave era “lanzar el pánico desde las granjas de boots y los locutores de los noticieros, para que la gente nos implore y nos vea como sus salvadores.”

Una vez sembrada la semilla de la paranoia, en un mensaje a la Nación difundido el lunes 16 de marzo (el primero y único que dio en un set de televisión al estilo monologo y sin preguntas de ningún periodista durante la crisis del Coronavirus), el Vicepresidente en funciones de Presidente Felipe Calderón dio un gran manotazo a la mesa y recordó su antiguo lema (de los pininos de su campaña 2006), y dijo mirando fijamente a la cámara: “Mano firme, necesitamos mano firme y dura, es por México”.

Todos los noticieros de televisión y radio, periódicos y sitios de noticias de internet aplaudieron en coro y como focas la postura oficial, que consideraba indispensable una estrategia punitiva para acabar con la amenaza del Coronavirus. Estaba muy reciente la brutal represión del gobierno de Zavala y Calderón al movimiento feminista del 8 de marzo que en cifras oficiales tuvo solo 35 muertos, 452 heridos, y centenas de mujeres desaparecidas, situación que solo tuvo escasas notas en algunos periódicos que se limitaban a “condenar la violencia”, y cero minutos de cobertura en vivo en la televisión (los canales de Televisa se pasaron aquel domingo trasmitiendo capsulas oficiales a favor de la vida en familia y el derecho a la vida desde la gestación). Respecto a aquella reprimenda al capítulo mexicano del movimiento feminista mundial que estremecía el mundo, los editorialistas repetían como letanía: “Fue impecable la aplicación del Estado de Derecho y el peso de la ley a quienes han rayado comercios y paredes en perjuicio de la propiedad privada”. Por ello el anuncio del lunes 16 de marzo, solo confirmó que lo peor estaba por venir. El estado de excepción decretado ese 16 de marzo, se considera por sus ideólogos cínicamente -todavía diez años después-, una “jugada genial” del régimen derechista. La cruenta represión a las feministas, que habían “osado” pintar consignas en las paredes del centro histórico, pasaba al olvido. Maestro del pánico y el manejo del miedo social, Calderón definió actuar con “estrategia política de mano dura” ante la pandemia –con mucha energía y todo el poder del Estado, aseveró. Sin importar fases y protocolos que establecía la Organización Mundial de la Salud, ni las recomendaciones de algunos disidentes que establecían que difundir el pánico (prohibir actividades públicas, suspender eventos culturales, deportivos y masivos, cerrar fronteras, destruir la microeconomía, entre otras) solo cargaría el costo final del problema a las clases desprotegidas.

Con el pretexto de combatir la pandemia y “blindar la economía”, pues el dólar se había ido a los 30 pesos desde la represión del 8 de marzo y la recesión económica mundial, el gobierno calderonista de entrada solicitó dos préstamos al Banco Mundial por 40 mil 312 mdd y al FMI de 73 mdd, montos que fueron incorporados a la gran deuda externa, y que obviamente no se supo con transparencia en que se utilizaron. Como lo definió el propio Calderón en aquel viaje en el Avión Presidencial, era la hora de La Doctrina del Shock: “donde los más aptos resurgen para beneficiarse directamente de las crisis a gran escala.” El Shock, explicaba entre copas el Licenciado por la Escuela Libre de Derecho, es realmente el propio virus. Y será manejado de una manera que “maximice la confusión y minimice la protección.” Pues “a río revuelto, ganancia de pescadores” -sentenció. En las palabras del Vicepresidente, la enfermedad que se avecinaba aquel 2020 era “uno de los cinco jinetes del Apocalipsis” pero, con las acciones de su administración él “salvaría a México e incluso al mundo de una pandemia”. Don Krauze le dedicó un número especial en su revista Letras Libres, que había tomado un gran impulso como fuente ideológica de la poderosa minoría que gobernaba, y lo llamó un “Verdadero Mesías Demócrata y Comandante Supremo de México.”

Entre el 16 de marzo y el 7 de mayo de 2020 el terror a la pandemia se extendió por el territorio mexicano y el 21 de marzo, en un documento escueto, sin admitir réplicas de ningún tipo, Calderón emitió el “Decreto por el que se ordenan diversas acciones en materia de salubridad general, para prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión del Coronavirus epidémico”, documento, que fue de hecho una suspensión de garantías a nombre de “las estrictas medidas necesarias”. Un Estado de Sitio.

En su Artículo 2do, el Decreto otorgaba poder al Secretario de Gobernación, Dr. Genaro García Luna para: “entre otras acciones, aislar personas, inspeccionar a todo sospechoso, ingresar a domicilios sin orden de cateo, utilizar todos los recursos del sector público, social y privado, regular el transporte, suspender congregaciones de personas, realizar compras de manera discrecional por el gobierno federal sin procedimiento alguno.”

El estado de excepción tuvo grandes resultados para los intereses de la pareja presidencial. El pánico promovido desde el gobierno encerró a la gente en sus casas, la información real de la pandemia se ocultaba, no había ningún vocero siquiera que diera información o cifras cotidianas.

Los medios en coro solo decían: “son las medidas que otros países como Estados Unidos que es nuestro ejemplo está tomando, ha sido oportuno cerrar fronteras desde ya, y suspender actividades públicas, el virus es de peligroso contagio.” Pero Calderón y ningún funcionario dio la cara jamás para informar si los casos de personas infectadas por el virus eran reales o ficticios, a que rango de edad pertenecían, en que estados o regiones del país había mayor propagación, ni los protocolos de protección y atención. No se supo cuanta gente había muerto, cuanta se había recuperado y cuanta estaba aislada. Los laboratorios privados en tanto hicieron un gran agosto. Incluso los medios jamás presentaron las imágenes o testimonios de hospitales públicos desmantelados entre 2006 y 2012 por el propio Calderón, ni de los recursos aprobados en adjudicaciones directas que supuestamente llegarían para atender la crisis. Mucho menos hablaron de los estragos a la hotelería, restaurantes, líneas aéreas, transportistas, pymes, entre otros. La pandemia se convirtió en un real toque de queda, el Secretario de Gobernación promovió y toleró que regiones enteras sucumbieran al crimen y el terror en las noches, para favorecer al cartel que era parte del gobierno, que se enfrascó en interminables ajustes de cuentas con otros grupos, y dónde las víctimas civiles de la reyerta fueron denominados “daños colaterales”; la microeconomía se destruyó por completo, para beneficiar meses después la entrada de nuevas cadenas monopólicas de todo tipo de servicios (algunas incluso propiedad de familiares de la pareja presidencial).

La gente que “vivía al día” lo perdió todo por la suspensión de actividades, y se convertiría en adelante en empleada de alguna franquicia extranjera en su propia tienda, casa, changarro o puesto del mercado. Miles de migrantes y población que no se sujetó a las medidas de “prevención” fueron llevados a campos de trabajos forzados y mal pagados, de toda una red de industrias -de lo que 10 años después vez se conoció como “red de delincuentes de cuello blanco”-, pero entonces se le conocía como “empresarios con generosa responsabilidad social ante la emergencia”.

La vacuna a la pandemia fue el gran negocio. En mayo de 2020, durante lo álgido de la crisis “sanitaria” Calderón logró que su paquete fiscal fuera aprobado en el Congreso. Elevó a 17% el IVA, supuestamente a fin de combatir la pobreza y el Coronavirus, así la ganancia para la Mafia sería al doble, a través de los acuerdos y moches con grandes farmacéuticas para inflar los precios de la socorrida vacuna, y con el impuesto adicional que pagaba la misma ciudadanía e iba directo a las arcas.

“Necesitamos recursos también para enfrentar eventualidades catastróficas, como construir un blindaje sanitario, comprar los equipos de respiración, las vacunas que ya se empiezan a producir. Estados Unidos empezó a producir la vacuna contra el Coronavirus la semana pasada. Necesitamos comprar vacunas para los mexicanos”,
dijo Calderón en un tweet festinado por miles de boots de aquel marzo negro. Repetir mil veces una mentira hasta convertirla en realidad era la tesis de su gestión. “Mediante adjudicaciones directas amparadas en el decreto del 21 de marzo de 2020, la Secretaría de Salud dirigida por el Maestro Emérito en Salud Pública Javier Lozano compró en enero de 2021 la Vacuna Anti Coronavirus pandémica COVID 19, adquiriendo 30 millones 215 mil dosis, de las cuales 20 millones 215 mil fueron compradas a los laboratorios Sanofi Pasteur por un monto superior a mil 300 mdd, y los restantes 10 millones de dosis a los laboratorios Glaxo Smithkline por aproximadamente 750 mdd.”

Hoy 10 años después sabemos -esto ya es posible porque el Comandante Supremo murió de cirrosis en 2028, coincidentemente en forma muy similar que aquel personaje conocido como el usurpador Huerta-, que los recursos destinados a la prevención y atención de la enfermedad, así como a la promoción de medidas contra la misma, fueron obtenidos del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos y se asignaron al Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (Cenavece), que se operó a entera discrecionalidad.

“La partida presupuestal oficial para la crisis sanitaria fue de mil 851 millones 217 mil 890 dólares. El 21 de marzo de 2020 se aprobó un monto de mil 670 millones 723 mil 680 dólares a fin de que fueran ejercidos por el Cenavece en la compra de vacunas, insumos de laboratorio, prendas, gel antibacterial, así como equipo de protección e informático. El 15 de mayo siguiente se autorizó una partida adicional de 162 millones 437 mil 500 dólares.”

“El 1 de junio de 2020 se asignaron 18 millones 56 mil pesos a la Dirección General de Protección de la Salud a fin de que contratara el diseño, la elaboración y la producción de materiales de promoción de la salud. La Secretaría de Salud informó que firmó contratos con Televisa y TV Azteca para difundir la campaña “Estadísticas del Coronavirus”, que se transmitió en junio de 2020, y que solo refirió mensajes progobiernistas sin ninguna estadística.”

“Televisa cobró 28 millones 736 mil 121 pesos, TV Azteca 28 millones 750 mil pesos. Grupo Radio Fórmula 3.5 millones de pesos, incluido 1 millón de pesos para transmitir 48 veces un spot en el noticiero de Joaquín López Dóriga. MVS cobró 1 millón y medio de pesos, con un total de 3 mil 900 spots. La misma cantidad cobraron el Grupo Radio Centro por 560 spots y el Núcleo Radio Mil por 350. El Grupo Acir, Radiorama, la Cadena Rasa y el IMER obtuvieron un contrato de 1 millón de pesos cada uno, mientras que Cinépolis consiguió 3 millones de pesos por transmitir el spot en sus pantallas. La estrategia de publicidad incluyó internet.”

“Los contratos de medios referían en su cláusula segunda que además de los spots deben transmitir “controles remotos, cápsulas, menciones en vivo, integración de producto y programas especiales” que ordenó el gobierno federal.” Uno Noticias, el servicio digital de noticias de Telmex, cobró 1 millón de pesos por banners, además de “13 entrevistas y/o reportajes”. A las plataformas de internet se le pagaron 20 millones de pesos, para replicar en todo momento la propaganda oficial. Mención aparte merece lo pagado a voceros “influencers” como Chumel
Torres, Denise Dresser, Ricardo Alemán, “Tumbaburros” y varios más.

El Coronavirus se convirtió en un enorme negocio trasnacional. Incluso, Calderón y el presidente francés acordaron que la paraestatal Birmex se asociara con el proveedor de vacunas Sanofi Pasteur para montar un laboratorio en Ocoyoacac,

Estado de México. Al inaugurarlo, el 15 de octubre de 2020, Calderón dijo: “Cuando el Coronavirus, le tuvimos que meter mucha lana para poder conseguir los millones de las vacunas que nos ayudaron finalmente a pararla, ya de manera definitiva… nunca hay que cantar victoria, porque el virus sigue vivo… pero sí a frenar la ola
pandémica que teníamos en México”.

La estrategia de medios ocultó la ola de sangre que hundió a México. La pinza de la pandemia y el crimen organizado lograron el cometido. Terrorismo en comunidades enteras, hospitales públicos desmantelados sin capacidad de atención, el “Seguro Popular” nunca fue seguro ni popular.

Nunca hubo datos precisos, aunque ahora se sabe de decenas de miles de muertos por la pandemia (jamás hubo una conferencia de prensa como tal para precisar números, datos, contextos o casos en específico por parte de la pareja presidencial o las autoridades de salud), y otros tantos miles de muertos por las “medidas de contención”, cientos de miles de familias desintegradas, el ejército y la policía federal patrullaban las calles, los medios recibían recursos públicos en abundancia festinaban la estrategia del régimen, las vacunas solo llegaron a los más ricos, los
hospitales privados solo atendían a quienes podían pagar, y se preparaban nuevas condiciones para que el capital extranjero “nos salvara” de la tragedia económica, a cambio de terminar de entregarles los escasos recursos naturales de México.

Los muertos de la cruzada contra la Pandemia, se sumaron a los muertos de la “Guerra contra el narco”, los índices de pobreza y extrema pobreza llegaron a niveles de cataclismo según el propio CONEVAL en su Informe de 2024. La pareja presidencial se regodeaba de haber hecho otro gran negocio con la tragedia nacional, ahora eran junto con el grupo compacto dueños de líneas áreas, hoteles, cadenas de restaurantes, y todo lo que había quebrado; hacían fiestas para la Mafia en el Avión Presidencial que surcaba el cielo, mientras las calles de las grandes ciudades y los más pequeños poblados eran un infierno.

*Cualquier parecido con la realidad del calderonismo no es mera coincidencia
** Relato basado en datos reales de reportajes de la revista Proceso.                                         20.03.20

 

VEN ESPIRITU SANTO; VEN.

sábado, abril 4th, 2020

ORACIÓN.

RICARDO GARCÍA TREVIÑO.

 

VEN ESPÍRITU SANTO; VEN, DILE AL OÍDO DE LA MUJER Y HOMBRE DE LA CALLE, QUE NO SE ATOLONDREN, QUE NO ESCONDAN SU MIEDO, QUE SEAN VALIENTES, EL BICHO MALIGNO ES REAL Y LE PERTENECE AL MAL, Y SOLO TU ESPÍRITU SANTO, CON TU FUERZA ARROLLADORA PUEDES DETENER A SATANÁS; ABOFETEARLO Y DEVOLVERLO A SUS CAVERNAS MILENARIAS, VEN ESPÍRITU SANTO; VEN, TOMA DE LA MANO A LA MUJER Y AL HOMBRE,; A LA NIÑA Y AL NIÑO. AL ANCIANA Y ANCIANO, Y DILES  QUE SE REFUGIEN EN SUS PAREDES Y VENTANAS, QUE LA LUCHA ES CUERPO A CUERPO CONTRA  EL MAL, DONDE MÉXICO SIEMPRE A SALIDO VICTORIOSO, VEN ESPÍRITU SANTO; VEN Y PROTEGE A LOS SERVIDORES DE LA SALUD Y A QUIEN LOS LIDERA, CUAL EN ESFUERZO SOBREHUMANO, HACEN VALER SUS MÉRITOS Y VALÍAS, ARRIESGANDO SU PROPIA VIDA Y SALUD, VERDADEROS HÉROES DE ESTOS MOMENTOS TRÁGICOS. 

¡VEN ESPÍRITU SANTO; ¡VEN!