LUZ Y FLAMA.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
IMELDA, FUISTE UN AMOR EN TU VIDA, SIENDO LA MAYOR DE CINCO HIJOS Y DOS HIJAS, EL SUFRIMIENTO, EL CORAJE Y TU REBELDÍA ANTE LA ADVERSIDAD, FUERON LA DISTINCIÓN DE TU VIDA POR ESTE BENDITO TRANSITAR, OCHENTA CINCO AÑOS, QUE LOS PELEASTE PALMO A PALMO, LOS LUCHASTE CON DENUEDO EJEMPLAR, CUANDO NOS RECIBIAS EN TU CASA, CON LOS BRAZOS ABIERTOS, TU COMPRENSIÓN INFINITA Y TU SABIO SILENCIO, INOLVIDABLE AQUEL MOMENTO CUANDO LLEVABAS A SARA, TU HIJA MAYOR EN BRAZOS, SIENDO UNA BEBE, POR AQUELLA CALLE DE LAS DOS COLONIAS, UNA DIGNIDAD, QUE LA LLEGASTE A TU DESCENDENCIA, CUAL MATRIMONIO CON TU ESPOSO HÉCTOR BUEN ABAD, FORMARON UNA FAMILIA DE CIMIENTOS QUE SABRÁ CONTINUAR LOS SUEÑOS DE IMELDA Y DE SU ESPOSO HECTOR, Y DE SU HIJO HECTOR, QUIEN TAMBIÉN PARTICIPA DE LA VIDA ETERNA, YA QUE LA FORMA EN QUE IMELDA. TRANSITÓ DE ESTE MUNDO A LO ETERNO, FUE INVESTIDA POR EL REZO DE UN ROSARIO, ASISTIDA POR UN SACERDOTE CATOLICO QUIEN LA ENCAMINÓ HACIA EL ENCUENTRO DE SU ESPOSO HECTOR Y SU HIJO DEL «TOTO»; HECTOR.
IMELDA GARCIA TREVIÑO DE BUENABAD, EN PAZ DESCANSA, AL LADO DE DON JOSÉ; DOÑA MARIA, SERGIO, JOSE LUIS Y HORACIO Y OBVIAMENTE EN COMPAÑÍA ETERNA DE SU ESPOSO Y SU HIJO.
SARA; MARCOS DANIEL, YUDITH, IMELDA; BIBI. Y SU DESCENDENCIA TOMARAN EL CONTINUO LAZO DE SU PROPIA VIDA, CUAL LO HARÁN CON EL CORAJE; SABIDURÍA Y CONSEJO DE SU MAMA Y PAPA Y HERMANO, QUE YA ESTÁN EN EL CIELO.
!BENDITO DIOS!
