CONVERSANDO EN DEBATE
RICARDO GARCÍA TREVIÑO
Hola, te saludo con el gusto de siempre. Cuauhtémoc Cárdenas, para el PRD, no es Porfirio Muñoz Ledo, ni Andrés Manuel López Obrador, como tampoco es el total de los que hasta ahora se han ido. Cuauhtémoc Cárdenas; es Cuauhtémoc Cárdenas y se ventila aparte. El hijo del Tata; es el hijo del Tata, esta renuncia, al PRD, si les va a afectar en demasía, como se dice por acá en el norte, Carlos Navarrete, es más tontejo de lo que aparenta, nada más le faltan las orejas, para parecerse a un burro, con el debido perdón de los burros.
La izquierda mexicana, atrapada en los entretejes del manejo instrumental de su ideología, así como su dogmatismo y el ejercicio del poder… poder en podredumbre, que de rabia, hizo temblar a México, en Iguala, Guerrero, y la respuesta en complacencia y complicidad de su actual liderazgo, dentro del perredismo, provoca, entre otras razones, la renuncia del Hijo del Tata, quien desde el remolino de constelaciones, el General, Lázaro Cárdenas, aplaude la decisión de su hijo.
“Era el momento de tomar caminos distintos, no hay pleitos, respeto decisiones de cada quien y simplemente considere que para mantener mi congruencia es necesario salir del PRD”… palabras del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Con ello se escribe una página más de nuestra historia, que hoy por hoy, a la Republica, le sobran agallas para salir adelante.
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