CONVERSANDO EN DEBATE

RICARDO GARCÍA TREVIÑO

Hola, te saludo con el gusto de siempre. ¡Sí! La asamblea más importante y emblemática del mundo, como es el Sínodo de Obispo, de la Iglesia Católica, misma que tiene en el Papa Francisco y su cayado, un liderazgo espiritual y formal, como es el legado de Jesucristo en la tierra. La asamblea de mayor contrapeso para el mundo y en el mundo, está en Roma,en la sede vaticana reunida.

Inteligencia divina y sabiduría del Espíritu Santo en pleno, a fin de tratar lo concerniente a la FAMILIA, en una época.-como la actual.-tan abierta y sutilmente amenazada, por corrientes contrarias al seno familiar.

El enfrentamiento no es frontal, sus adversarios; los contrarios a la familia, utilizan argucias que esconden como argumento, la supuesta obsolescencia del lazo familiar.
Para ellos la familia “tradicional”, ya no cabe en estos tiempos, pomposa y cínicamente lo pregonan, donde los gobiernos de ideas “progresistas” tienen la tarea de transformarla, empezando por las legislaciones que la regulan; si regulaciones de transcendencia jurídica-sociológica, que deforman y maltratan a la familia, como los “matrimonios” del mismo sexo. El aborto; el “producto” de la relación de pareja, o del mismo matrimonio. La violencia infantil; generada por el vacío de amor dentro de una frustración en el ambiente familiar. La irresponsabilidad en los medios de comunicación, que afectan directamente la salud espiritual y psicológica del niño. La adopción de los niños y niñas, de parte de personas del mismo sexo. La migración lacerante; desgarranté y cruel de los conflictos bélicos regionales, y el efecto inhumano en la familia. El divorcio y la Iglesia, el celibato y el sacerdote. La homosexualidad, la mujer y el hombre de Fe. La indiferencia de los organismos internacionales en el cuidado y custodia de la familia, como lazo natural de desarrollo social e histórico.

El Papa Francisco y los Obispos de la Iglesia Universal, están en conclave, asistidos por el Espíritu Santo, en búsqueda y encuentro con ese halito, soplo; bruma de esperanza y fe, para llevarlo a través de sus sacerdotes, al seno mismo de los hogares. Hogares alicaídos, confundidos y en más de las veces horrorizados por la voracidad, de quien no debería ser voraz; el hombre y la mujer en el poder. LA IGLESIA CATÓLICA, AGARRANDO AL DIABLO POR LA COLA, EN DEFENSA Y ENCUENTRO DE LA FAMILIA EN EL MUNDO.

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