POEMA
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Los dos iban en corrida, el agua y la fauna, corrían de un lado a otro, el agua quería alcanzar a la fauna, para alargar su agonía, o esperar el milagro de la supervivencia.
Tras las montañas se escondía la fauna, el miedo se apoderó de todo su follaje, el pánuco la inmovilizaban, el varón y la mujer, querían exterminarla, acabarla, liquidar, alegan a su favor estos burros sin orejas, que la muerte esta tocando su puertas y ventanas, a falta de agua, la vida se acabara sin remedio alguno y es la fauna quien la bebe para mantener sus raíces vivas.
Es un crimen, lo que el varón y la mujer hacen de nosotros dos, le dice el agua a la fauna, dejando a sus caprichos nuestra existencia, que en su insolencia es su propia existencia, es un asesinato que me impidan darte de beber, cual siquiera construyen lugares para resguardarme, para después proveerse de mí.
La fauna, triste y alicaída, casi moribunda, hace un llamado al agua. Qué generación tan ciega y sorda, no escuchan el llorar de sus propios hijos y mucho menos ven el dolor que provocan sus ambiciones; perversidades y locuras…
Reinados y monarquías jajajaja, son el hazme reír del mundo, el agua y la fauna busca un lugar como aposento y disfrutar de la vida.
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