POESÍA.
RICARDO GARCÍA TREVIÑO.
AQUELLA MAÑANA DE LARGAS HORAS DE ESPERA, CUANDO EN SU ASOMO, LA VI POR PRIMERA VEZ, EN SU ROSTRO LLEVABA UNA EXTRAÑA BELLEZA DE MUJER INDOMABLE.
HERMOSURA DE AQUELLAS MUJERES, QUE EN SU DOLOR GUARDAN UN AMOR QUE ABARCA TODO SU SER; VIDA EN DOLOR, AMOR Y PASIÓN.
NO; NO QUISE QUE FUESE MÍA, NI SIQUIERA EN LOS ALBORES DE UN PENSAMIENTO FURTIVO, YA QUE ELLA NO ERA DE NADIE Y ASÍ ERA COMO RETABA AL DESTINO, ES SOLO SUYA… NADA MÁS DE ELLA, DANDO TESTIMONIO, QUE NO ES EL EGOÍSMO EL QUE INDUCE ESA SUERTE EN DESTINO DADO .
SU AMOR LO ABARCA TODO, DESDE EL ALMA A SU ESPÍRITU, CUAL EN VENDAVAL, ARRASTRA SU CUERPO Y SI ALGUIEN A DE VENERAR, ESE ALGUIEN NACE PARA MORIR ANTES QUE ELLA.
UNA FLOR DE ETERNA PRIMAVERA, DE ESAS FLORES QUE LOS ÁNGELES DISPUTAN, NO PARA PECAR, SINO PARA SENTIRSE CERCA DE LOS CIELOS DEL TRONO DE DIOS.
EXTRAÑA BELLEZA DE PRADERAS EN SUEÑO, CUAL SU VOZ Y SUS LÁGRIMAS ACAPARARON MIS ANSIAS, PARA REFUGIARME EN LOS RECUERDOS DE UN AMOR FALLIDO.
CUANDO CAIGA LA NOCHE Y SE APRESTE EL SILENCIO Y CON ÉL LA ESCARCHA LLEGUÉ, CUAL LA HERMOSA HERMOSURA DE MUJER INDOMABLE, EN UN PENSAR DE SENTIMIENTO GUARDE, EL AROMA DE UN RECUERDO SE QUEDARÁ IMBORRABLE, POR SER AQUEL RECORDAR EL BELLO ROSTRO DE SER MUJER DE HERMOSURA INDOMABLE.
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