POEMA.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Maldita sea la hora de la guerra. Se obscurece el cielo, tiembla las aves, en el cielo. El mar encrespado se revolotea, formando marejada de aguas violentas. Los animales en tierra, no hayan lugar para protegerse, relámpagos de fuego, cruzan las ciudades , en los poblado y los campos, hay llanto por doquier, el dolor y sus heridas se apoderan de quienes sufren el estallido de la guerra.
Maldita sea la hora de la guerra y quien en falsos temores desata la furia de sus entrañas, imposible es negar el odio de sus miradas, en unos ojos que se niegan a ver ser traicionado !SI! ser traicionados por sus instintos de bestia, ya que la creación se hizo para la paz, el amor y la armonía, pero el hombre da las espalda a la mano del su creador y se entrega a quien desde el infierno desata la furia de la guerra, cual es su platillo de todos sus manjares, donde se regodea con el postre al final de sus orgias, cuando es la niñez quien llena de espanto le grita a sus mentores, no hagas más guerra, a nombre de la paz y la seguridad de tus fronteras
Maldita sea la hora de la guerra y quien en falsos temores desata la furia de sus entrañas, satanás está dispuesto a tragarse el mundo, Dios y sus ángeles, recogerán las sobras, donde el juicio final es otra instancia.
¡ORACION! ¡ORACION! solo con ¡ORACION! el hombre y a la mujer.-así mismo.- se le pueden transformar, cual se puede salvar al mundo.
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, VENGA A NOSOTROS TU REINO Y HAGASE TU VOLUNTAD, EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA, NO NOS DEJE CAER EN TENTACION Y LIBRANOS DE TODO MAL…
