CANTICO DE LIBERTAD.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Los pájaros, los que habitan en la copa de los árboles, dejan de titiritar, el talante del Padre Hidalgo no era el de todo el tiempo; alegre y bullidor, ahora, era triste, de aquella tristeza que presagiaba lo que en la noche de ese día iba a suceder…
Dios mío, le decía el padre Hidalgo al creador, de donde sacan tanta maldad, !si! tus hijos de tierras españolas, el “amor” al dinero los enloquecen, para ellos los dueños de estas tierras son esclavos y los tratan peor que a los animales.
En sus adentros el padre Hidalgo, se sentía compungido, sabía que suelta la rabia, no habría quien la contuviera, los conocía de cerca, por una parte a los de estas tierras; sufridos pero valientes, bravos, pero con una inmensa nobleza, aunque los habían humillado tanto en sus corazones, pero cabía más el amor que el odio; odio que solo la imagen de la virgen de Guadalupe los podría contener, cual habían sido tres siglo de tortura, robo y esclavitud del cuerpo, pero no del alma, está siempre ha sido libre y reclamaba libertad; libertad, libertad; igualdad y justicia.
Todo fue tan rápido aquel quince de septiembre de 1810, cual cuando menos lo pensó ya estaba bajo el lugar que sostenía las campanas; campanario donde sus paredes se impregnaron del olor de santidad del manto guadalupano; manto que recogió las lagrimas del llorar de la Guadalupana, lagrimas que aun recorren el camino de aquellos lugares de los primeros mártires que murieron en pos de la libertad. EL padre Hidalgo, conocía que sus días estaba contados, para luego eternizar en la eternidad.
¡VIVA MEXICO!
¡VIVA LA CUARTA TRANSFORACION Y EL PROYECTO DE NACION!
¡VIVA EL PADRE DE LA PATRIA Y QUIENES MURIERON POR LA LIBERTAD!
¡VIVA EL PRESIDENTE ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR!
Conferencia de Prensa 15 de Septiembre 2020
