GENERACION 1965- 1970
ABOGADOS.
UANL.
EDITORIALISTA INVITADO. HECTOR ESCAMILLA LIRA
Hoy, 5 de julio de 2025, la generación 1965-1970 de la facultad de Derecho y Ciencias, Sociales celebró 55 años de haber egresado de las aulas universitarias, del evento dan fe las fotografías anexadas.
Sería conveniente anotar los siguientes datos:
Iniciamos nuestros estudios profesionales en la Universidad de Nuevo León y los concluimos en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Fuimos la última generación con plan anual, que concluimos el año escolar el 30 de mayo con algarabía infantil lanzando globos llenos de agua y tomábamos todo el mes de junio para preparar los exámenes finales que eran orales e
iniciaban el primer lunes del mes de julio.
Fuimos la segunda generación en lograr aumentar un grupo escolar que fue el E, y con ello lograr que fuesen 200 alumnos los que iniciaremos la generación. Lo tradicional eran 120 con 3 grupos; la generación anterior lucho por tener 4 y llegar a 160 inscritos en primer año.
Fuimos la última generación «novatada», varios acontecimientos violentos prendieron los focos rojos e intervino directamente el Rector, Lic. Eduardo Elizondo y rectoría pacto con la generación de quinto año y con las demás generaciones el pago de gastos de graduación y anillos, que eran el pretexto de las novatadas.
Participamos en la transformación de una universidad elitista a una universidad abierta.
eliminando la práctica de la tercera y cuarta oportunidad, que eran mecanismos para expulsar de la universidad a una buena cantidad de estudiantes.
Estuvimos en las grandes batallas universitarias del 68, que fueron preludios de grandes cambios democráticos en la vida política de la República Mexicana. Ahí en el muro frontal, de piedra negra, rezaba la frase: DIAZ de miseria; ORDAZ de bandidos. Estuvimos en un nutrido contingente en la Marcha del Silencio del 3 de octubre de 1968, que recorrió las calles de la ciudad de Monterrey.
Nos incorporamos junto a todos los universitarios al reclamo de presupuesto universitario propio que desembocó en que se concediera la Autonomía Universitaria y se nos permitiera elegir con voto universal de catedráticos y estudiantes a las autoridades universitarias, el primer Rector así alecto fue el Dr. Oliverio Tijerina de la Torre y después al Ing. Ulises Leal.
Fuimos testigos de que cuando se pone por delante el interés superior de la Universidad es posible que coexistiendo tendencias ideológicas y políticas divergentes y, hasta antagónicas, que es lo que le da vida a la actividad universitaria, se pueden lograr frutos excelentes en beneficio social. Cuando se pone por delante el interés particular se ahoga la vida universitaria y surge la hegemonía de una sola corriente de pensamiento, se pueden producir tecnócratas, fuerza de trabajo calificada, pero nunca universitarios con compromiso social.