POEMA
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
DOCE AÑOS TENIAS, CUANDO UN ANGEL SE ACERCO AL LUGAR DONDE DORMIAS, SE ACERCO A TU APOSENTO Y AL OIDO TE DIGO, VAMOS NIÑO BENITO, VAMOS BONITA ALMA, BONITO DESTINO, BONITO NIÑO, DESPIDETE DE QUIEN TE CUIDA A CAMBIO DE TRABAJO DIARIO.
DILE HASTA PRONTO, PLATICALE QUE TUVISTE UN SUEÑO, Y QUE DEBES MARCHAR A OAXACA, YA CONQUISTADA POR LA BOTA IMPERIAL, DEBES MARCHAR Y NO HAY ALTERNATIVA, TUS ANCESTROS ZAPOTECOS NO TE LO PERDONARIAN, DEBES CARGAR LO UNICO QUE TIENES, COMO ES TU SUERTE Y DESTINO.
YA EN EL CAMINO, NO SE ATREVIA O VOLTEAR HACIA ATRÁS, SUS LAGRIMAS CORRIAN POR LA MEJILLAS, DE AQUEL INDIO ZAPOTECA, LAGRIMAS Y MIEDOS SURGIAN, DONDE LA NOCHE ALCANZABA EL DIA Y NO SE ATREVIA A VOLTEAR HACIA ATRÁS, NO VAYA HACER QUE LOS FANTASMAS DE LAS NOCHES TENEBROSAS LO JALARAN DE UN SOLO GOLPE EN EL JACAL CUAL DORMIA.
EN EL CAMINO, YA RENDIDO, EN UNA DE SUS SANJAS POR DONDE CORRIA AGUA, ACURRUCANDOSE A UN LADO QUEDO DORMIDO Y FUE CUANDO SOÑO EL DESTINO QUE LO ESPERABA, Y FUE CUANDO LE LLEGO LA FRASE… “ENTRE LOS INDIVIDUOS, COMO ENTRE LAS NACIONES, EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”, DANDOSE EL ENCUENTRO CON LA ETERNIDAD…
PASANDO UN BUEN TIEMPO DESPUES, CUANDO UNA DAMA DEL BASTON DE MANDO, SE UNIO EN LA MISMA RUTA DEL MISMO DESTINO.
Comentarios están Cerrados.