CONVERSANDO EN DEBATE

POR RICARDO GARCÍA TREVIÑO

Hola, te saludo con el gusto de siempre. La Iglesia católica, no anda tan mal, como pregonan, los pregoneros adversos al evangelio. Tampoco anda tan bien, como debería de ser… donde BENEDICTO XVI, DIMITE; NO RENUNCIA, y el cisma de los pesimistas se acrecienta, la feligresía se retrae en busca de rincones de asombro y descontrol. Pocos eran los hombres y mujeres que respiraban esperanza; fe y caridad. Los pocos eran suficientes para mantener la luz y la flama encendida.

Así llegaron los 115 Cardenales al conclave para elegir Papa; JORGE MARIO BERGOLIO, entre ellos. Nacido en Argentina; Argentino de cepa, alegrías y sufrimientos, de allí inicio su sacerdocio y de allí salió al Conclave, para ser PAPA.

HABEMUS PAPA, aquella noche del trece, del mes tercero, del dos mil trece, JORGE CARDENAL BERGORIO, fue elegido, y la multitud congregada.-cien mil almas.-en la Plaza San Pedro, no lo concebía, la sorpresa fue mayor que el aliento y la esperanza; mayor que el desaliento y la ansiedad y causó asombro sus primeras palabras… “en silencio, oren por el Papa”. El Espíritu Santo, se entregó; se dio, se refugió en la Plaza San Pedro, y se esparció por todos los rincones del mundo. Su sencillez, su candidez y el sonido de su mensaje, lleno los corazones, que afanosamente y en tiempos de confusión, esperaban a quien seguir.
CAMINAR; CONSTRUIR E IGLESIA, es la plataforma de su Papado, que desde entonces a la fecha, ha llenado y devuelto la Fe.-diferentes credos.-a millones de seres humanos en el mundo.

Revoloteando la conciencia con sus llamado. Infatigable luchador contra el crimen de la trata de personas; el abominable delito, del comerciar con mujeres y niños. La defensa de la vida; desde el vientre de la madre. La familia y la ancianidad forman parte de su lucha diaria. Las injusticias y el hambre; las guerras y la destrucción, en el Papa Francisco, encuentran su primer obstáculo. Todo ello con el evangelio bajo el brazo, la palabra de JESUCRISTO, auspiciada por el ESPÍRITU SANTO, Y PROTEGIDA; CADA UNA DE SUS LETRAS, POR LA VIRGEN MARÍA.

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