CÁNTICO POÉTICO.
RICARDO GARCÍA TREVIÑO.
NO HAY TRISTEZA QUE ABATE TANTO PARA UN ÁNGEL DE LA GUARDA, COMO LA MUERTE DEL SER QUE RESGUARDA Y PROTEGE, CUANDO A LA VEZ, LA TRISTEZA SE CONVIERTE EN ALEGRÍA, POR RECIBIRLO EN SU SENO, CUAL AQUELLO ES EL ENCUENTRO DE LOS DOS MUNDOS; UNO, UN SER QUE SE ESFUMA, PARA VOLVER A NACER, DEJANDO EN SU CAMINO TODAS SUS MELANCOLÍAS Y ALEGRÍAS DE UN COSMO YA LEJANO, DONDE EL DOLOR; SIENDO CONSTANTE EN SUFRIMIENTO, ABRAZA LA LUZ DE LA ESTRELLAS DE LA ESPERANZA ETERNA.
EL OTRO, EL MUNDO QUE NO SE VE; NO SE OYE POR LA CEGUERA Y SORDERA DEL MUNDO QUE NOS RODEA, COMO ES LA TRISTEZA DEL ÁNGEL, QUE DESDE EL CIELO VE EL CUERPO DE QUIEN ACOMPAÑÓ TODA SU VIDA, YACER EN EL CAMPO SANTO DONDE DEJA EL CUERPO QUE LO PROTEGIÓ TODA SU VIDA, COMO AQUELLA MEDIODÍA, DONDE EL ÁNGEL VIO LLEGAR AL AMOR DE TODA SU VIDA, ¡SÍ! EL AMOR DE SU PROTEGIDA, QUIENES DESDE NIÑOS SE AMARON, HASTA EL DÍA QUE CERRÓ SUS OJOS PARA SIEMPRE, DONDE EL ÁNGEL SABÍA QUE SE AMABAN EN UN AMOR SIN TIEMPOS NI BARRERAS, Y CUANDO EL AMADO SE ACERCÓ A ELLA; A FIN DE DESPEDIRSE, EL ÁNGEL DE LA GUARDA, PARA HACERSE NOTAR FRENTE AL SEPULCRO, SOLO DEJO CAER UNA DE SUS PLUMAS EN EL FÉRETRO DE LA AMADA, CUAL ESTE; EL AMOR DE ESTE MUNDO, EN UN LLANTO SILENCIOSO, LA TOMÓ ENTRES SUS MANOS Y GUARDÁNDOLO EN SU BOLSO, GUARDO LA PLUMA DEL ÁNGEL PARA SIEMPRE.
Conferencia de Prensa 24 de Julio 2020
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