CONVERSANDO EN DEBATE
RICARDO GARCÍA TREVIÑO
Lic. Ricardo García Treviño
Hola, te saludo con el gusto de siempre. En los últimos cinco años ¿Cuántos cristianos han sido asesinados por los fanáticos religiosos del Islam? Miles; incontable es su número, “silenciosamente” han matado una cantidad numerosa de cristianos en los diferentes países donde gobierna el Islam, crímenes, donde la respuesta occidental ha sido pusilánime; tibia, débil, porque no marcar la verdad y decirla abiertamente. El mundo está en medio de una guerra silenciosa y cruel; no declarada, pero si costando víctimas; víctimas no en los frentes de batalla, pero si en la ciudades del mundo, donde no hay distingos, mueren infantes; niños y niñas, mujeres; jóvenes; adultas y ancianas, así como hombres de todas las edades, por ello el concepto de terroristas, ya es obsoleta, son combatientes que matan sin código de guerra alguno. Estrategia; vil estrategia, estúpida estrategia, que occidente, ingenuamente la digiere.
La escalada de la violencia, va en ascenso, en varios y diferentes frentes, desde matar, hasta el control y manejo de la información, donde escondiéndose en las palabras LIBERTAD Y JUSTICIA, se cometen atrocidades.
¡ALA, ESTA VENGADO! Así gritaron los cobardes asesinos de los periodistas en Paris, donde la señal está dada, QUIEN SE EXPRESE Y MANIFIESTE MAL DE ALA, VA A MORIR ASESINADO.
¿Están solos los fanáticos del Islam? Claro que no; no se está operando en forma aislada, los enemigos de occidente se encuentran localizados, ya no es hora de la diplomacia, está ya fue superada, es hora de recurrir a los medios de defensa, ya no hay alternativas, porque hora por hora que pase, los fanáticos del Islam, siguen matando; matando cristianos y no cristianos, por ello la manifestación en Paris, en contra del terrorismo y apoyar la memoria de los periodistas caídos, es insulsa; trivial, superficial, además de mediática, solo servirá para caer en la estrategia de los asesinos y para acallar y sosegar el yo colectivo de Francia; Europa y el mundo ocidental, mientras el “terrorista” se regocija de sus “victorias”, y los gobiernos aliados a ellos, se sonrien tras la mascara de la diplomacia.
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