LUZ Y FLAMA.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Hola, te saludo con el gusto de siempre, sin temor al error del cálculo numérico, alrededor de cuatro décadas a los acosadores del pensamiento; inquietud y búsqueda del equilibrio social, les dio resultado el mantener adormilado; sojuzgado, sometido la conciencia del colectivo universitario, en la casa del tigre en Nuevo León.
Hoy vuelven a las calles a clamar justicia en la tarifa camionera, óptimo justificante para su mostrar inconformidad; inconformidad escondida en su formación académica y precaria condición económica en el seno de su hogar y el corte paulatino y constante de aquellos catedráticos que se atrevían a alzar su voz contraria al “status quo”, establecido por un sistema neoliberal y oligárquico, que en la estructura política de la república ya fue rebasado y replegado con el contundente arribo de la CUARTA TRANSFORMACIÓN Y PROYECTO DE NACIÓN, que ante tales circunstancias las autoridades universitarias deben de atender el eco de la protesta estudiantil ya que las amarras están siendo cortadas; mutiladas por el grito de protesta afuera y dentro de las aulas; JUSTICIA , solo JUSTICIA.
Recuérdate que la democracia es el pacifico despertar ciudadano, en voz de un pueblo pensante; inteligente y sabio.
P.D. En el evento del domingo pasado en el Zócalo, no se observó ninguna mala fe en el momento en que la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, no fue debidamente atendida como marca un protocolo presidencial.
Circunstancias, simples circunstancias ya que ninguno de los allí presentes es un novato en lides políticas, como para caer en ese supuesta agresión a la dama del bastón de mando como bien dice el adagio mexicano, “el más chimuelo masca rieles”.
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