POEMA.
RICARDO GARCÍA TREVIÑO
LA NOCHE TRISTE DEL DOS DE OCTUBRE, LACERANTE HERIDA QUE NO CIERRA, AUNQUE EL TIEMPO LOS VEA PASAR, SINO PREGUNTALE A LA MADRE QUE NO VOLVIÓ A VER SU HIJO, OH AL HIJO QUE NO VOLVIÓ VER A SU PADRE, OH A QUIEN VIO MORIR A SU AMIGO POR LA BAYONETA DEL ASESINO.
DOS DE OCTUBRE LACERANTE HERIDA QUE NO CIERRA, POR LA SANGRE QUE CORRIÓ AQUELLA NOCHE DE LLANTO; DOLOR Y MUERTE, CUANDO MÉXICO ENTERO MUDO QUEDO, MILES DE MUERTOS QUEDARON, AUNQUE DIGAN QUE NO FUE ASÍ, LA BALA, LA BAYONETA Y EL GARROTE, AÚN OCULTOS POR DOQUIER, POR ELLO NO HAY QUE OLVIDAR LA NOCHE TRISTE DEL DOS OCTUBRE, YA QUE LA BESTIA ASEDIA Y ESTÁ PRONTA A APARECER, CON DISFRAZ DE CORDERO Y DIENTES DE LOBO HAMBRIENTO; HAMBRIENTO DE AMBICIÓN, DE ODIO Y RENCOR, VENGANZA CLAMA AL DESPERTAR Y VENGANZA CLAMA AL DORMITAR.
LA NOCHE TRISTE DEL DOS DE OCTUBRE, LACERANTE HERIDA QUE NO CIERRA., AUNQUE EL TIEMPO SE VEA PASAR, SINO PREGUNTALE A LA MADRE QUE NO VOLVIÓ A VER A SU HIJO, OH AL HIJO QUE NO VOLVIÓ VER A SU PADRE, OH A QUIEN VIO MORIR A SU AMIGO, POR LA BAYONETA, BALA Y GARROTE DEL ASESINO, QUE AÚN RONDA POR DOQUIER, CON DISFRAZ DE CORDERO Y DIENTES DE LOBO HAMBRIENTO.
¡VIVA MÉXICO! ¡VIVA LA CUARTA TRANSFORMACIÓN! ¡GLORIA A LOS CAÍDOS LA NOCHE TRISTE DEL DOS DE OCTUBRE!
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