POEMA.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Cuando le veas en la calle, pedir un mendrugo de lo que te sobra, tiéndele la mano y tras lo que puedas darle, ofrécele una oración, donde le pidas a Dios, que sacuda las mentes de quien vistiendo de gala, portando diamantes en sus manos, son los causante de que miles de seres humanos, buscando mejor destino, se vean obligado a abandonar su tierra, en busca de un pedazo de pan para sobrevivir a la tragedia de abandonar su terruño para prolongar su agonía, ante la indiferencia de un mundo ciego y entregado en cuerpo y alma al enemigo de Dios en el universo; satanás, el rey de las tinieblas, el príncipe de esta tierra, quien hoy por hoy, vive su mejores momentos para la destrucción del ser humano, por ello reza; reza mucho para que no te alcance y te devore en el cruento “manjar” de su hervidero, donde en los tribunales y poderes judiciales del mundo “libre” tiene su mejores abogados y abogadas para que lo defiendan.